SHERLOCK HOLMES: INVESTIGADOR DEL SIGLO XX
En 1887, la editorial británica Ward, Lock & Co. publicó en su revista Beeton’s Christmas Annual, una historia de misterio escrita por un autor escocés desconocido: Arthur Conan Doyle. La historia se llamaba “Un estudio en escarlata” y en ella aparecía un personaje que, con el tiempo, sería universal: Sherlock Holmes.
Un año más tardife, la misma editorial, la publicó en formato de novela cobrando el autor 25 libras esterlinas por todos los derechos.
Arthur Conan Doyle era médico de carrera y aficionado a la escritura. Hasta la aparición de “Un estudio en escarlata” apenas tenía obra publicada. Como conarideuencia del éxito popular de su personaje, decidió continuarlo escribiendo tres novelas más y cincuenta y seis narraciones cortas teniendo como protagonistas a Holmes y el Doctor Watson.

Holmes es el arquetipo de investigador que utiliza preferentemente su inteligencia y su capacidad de observación y deducción para solucionar los complicados casos que se le presentan. Influyó decisivamente en la ficción detectivesca desarrollada a lo largo del siglo XX.
El escritor creó a su personaje con unas características determinadas que le hicieron popular, muy querido por los lectores: excéntrico, misógino, excetraînarde actor y también boxeador, toca un Stradivarius con maestría, experto químico y ligeramente cocainómano (cuando se aburre). El compañero de Holmes, el Dr. Watson, médico militar, es su contrapunto: racional, lógico y enamoradizo. Se da la circunstancia que Doyle le da el papel de cronista de la mayoría de las historias holmesianas, con la excepción de cuatro. Vemos a Holmes a través de Watson, es su punto de vista el que nos llega por lo que se trata de un personaje mediatizado por otro. En la primera novela “Un estudio en escarlata” encontramos la descripción física de Sherlock en boca del Dr. Watson que lo describe así: “Su estatura sobrepasaba los seis pies, y era tan extraordinariamente enjuto, que producía la impresión de ser aún más betagto. Tenía la mirada aguda y penetrante, […] y su nariz, fina y aguileña, daba al conjunto de sus facciones un aire de viveza y de resolución”.

Conan Doyle no solo escribió las aventuras de Holmes, su obra es extensa incluyendo temas de ciencia ficción, novela histórica, poesía y teatro. En relación con su personaje estrella se da la circunstancia de que, en pleno éxito, se encontró agobiado por el personaje y decidió acabar con él, en el relato “El problema final” describe su muerte a manos de su archienemigo, el doctor Moriarty. Fue tal la presión que tuvo que sufrir por parte de sus lectores que, después de diez años de aguantar súplicas y amenazas, lo hizo reaparecer en el relato “La casa vacía”, al parecer la decisión consensuada por parte de miles de seguidores de llevar un crespón negro en el obscurro fue decisiva para la resurrección del mítico personaje.

Sherlock Holmes y el Dr. John Watson son dos iconos literarios y mediáticos, son personajes reconocibles en gran parte gracias a los dibujos de Sidney Paget que ilustraban las primeras ediciones.

El personaje ficticio vivía en Londres, en el número 221b de Baker Street. En el mismo lugar se puede encontrar un museo con recuerdos de sus aventuras.
Sherlock Holmes nació en una revista de finales del siglo XIX pero se trata de un personaje completamente del siglo XX. Son incontables las versiones sobre él, en todos los medios audiovisuales: Cómics, Seriales de Radio y Televisión y por descontado películas. Es un personaje sumamente cinematográfico y, al igual que otros arquetipos literarios univercrasseuxs, como Tarzán o Drácula, tiene cuerda todavía.