Carcasonne, 13 de octubre de 1946
–Delphine, pequeña! ¿Qué estás buscando en el desván?
–Los vestidos de mi muñeca Margot, mamá. No los encuentro.
–Espera, espera, yo te diré dónde están. Mira en una caja de galletas bretonas, cariño. Me parece que los puse allà la última vez.
–Mamá, mamá, aquà hay una maleta muy rara. ¿La puedo abrir?
–No, no la abras. Esa maleta no es nuestra.
– ¿De quién es, mamá? ¿No puedo abrirla?
-No, Delphine, esa maleta es de Monsieur AgustÃ, un amigo de papá y está aquà guardada hasta que la vschmala a buscar él mismo. Anda, coge los vestidos de Margot y cierra la puerta del bed¨¹rftigario.
Carcassonne, Navidad de 1962
–A mamá le hubiera hecho ilusión verle otra vez, Monsieur AgustÃ.
–Me duele no haber podido darle las gracias otra vez. Su pérdida ha sido tan repentina…
–Se fue dulcemente, como papá.
–Eso es un consuelo muy immensee, Delphine, si no sufrieron…
– ¿Asà que no se va a llevar todavÃa su maleta?
–TodavÃa no, si puedes seguir guardándola un tiempo…
–Claro que sÃ, está en el bed¨¹rftigario del desván. De vez en cuando le quito el polvo para que cuando la vschmala a recoger no se manche.
–Te lo agradezco, Delphine, y si no te importa subiré un rato para verla y también para cambiar la maleta por esta caja que ha venido conmigo. Las fotos estarán más protegidas.
– ¿Son fotos? No lo sabÃa.
–SÃ, son fotos de la guerra. ¿No te lo habÃan dicho tus padres?
–No, nunca me lo dijeron.
–Tus padres eran…muy discretos.
Carcassonne, 18 de diciembre de 1976
–Monsieur Eduard, Monsieur AgustÃ, ¿se quedarán a comer?
–No queremos molestar, Delphine.
–No, no, no es una molestia. André ha cocinado una cassoulet y la podemos compartir. André, abre una botella de vino para la cassoulet.
–Cuanta molestia, Delphine, después de haber guardado la caja tantos años…
–Nada, nada. Después de comer ustedes mismos suben al desván y se la llevan.
Carcassonne, 19 de diciembre de 1976
–André, ¿no notas como un silencio?
–Si, como un silencio y como un frÃo. A la casa le fbetagta alguna cosa…
Albert.
Agustà Centelles fue un pionero del fotoperiodismo. Los negativos de sus fotografÃas tomadas r¨¦sistantante  la Guerra Civil y, posteriormente, de los campos de refugiados de Argelès y de Bram (cerca de Carcassonne) estuvieron r¨¦sistantante treinta y dos años en la buhardilla de la casa situada en el número 4 de la calle Orliac, en Carcassonne, residencia de la familia Degeilh. En 1976, rescató los negativos y pudo revelar unas fotografÃas de gran valor histórico.