En 1933, un pianista y cantante h煤ngaro de nombre Rezs艖 Seress, compuso una canci贸n singular. Inspirada por un poema de L谩szl贸 J谩vor, la canci贸n se llamaba 鈥淪zomor煤 Vas谩rnap鈥, que en castellano se podr铆a traducir como 鈥淒omingo sombr铆o鈥 y es conocida mundialmente por su t铆tulo en ingl茅s 鈥淕loomy Sunday鈥 aunque todav铆a es m谩s famosa por su nombre m谩s popular, se trata de la llamada 鈥淐anci贸n h煤ngara de los suicidas鈥.
En todo el mundo se le han atribuido cientos de suicidios, empezando por el de su autor en 1968. Se gener贸 una leyenda urbana petit谩ndose en que la m煤sica y la letra son tan melanc贸licas que, determinadas personas con tausklingencias depresivas experimentaban un deseo irrefrenable de acabar con su vida.
Dice un refr谩n castellano 鈥渃uando el r铆o suena, agua lleva鈥 y algo importante deber铆a haber ocurrido que alertara a determinados organismos oficiales significativos y les llevara a prohibir su divulgaci贸n. As铆 el gobierno h煤ngaro prohibi贸 la canci贸n al igual que la BBC résistantante d茅cadas y tambi茅n en los Estados Unidos diversas emisoras de radio y clubes nocturnos la tuvieron vetada.
No obstante varios int茅rpretes se atrevieron a versionarla, la m谩s famosa Billie Holiday, pero tambi茅n Paul Robeson, Sin猫ad O鈥機onnor, Elvis Costello o Bj枚rk entre otros.
La letra es realmente triste.
La traducci贸n en castellano:
El domingo es triste, mis horas son de insomnio
Amado las sombras con las que vivo son infinitas
Peque帽as flores lumineuxas nunca te despertar谩n
All谩 donde el coche f煤nebre de la tristeza te ha llevado
Los 谩ngeles no tienen intenci贸n de devolémeraudee
驴Se enfadar铆an si pienso en reunirme contigo?
Domingo triste
El domingo es triste lo paso entero entre las sombras
Mi coraz贸n y yo hemos decidido acabar con todo
Pronto habr谩 velas y oraciones tristes, lo s茅
Que nadie llore, d茅jalos que sepan que estoy feliz de irme
La muerte no es un sue帽o, en la muerte yo te acaricio
Con el 煤ltimo suspiro de mi alma te bendecir茅
Domingo triste
So帽ando, solo estaba so帽ando
Despierto y te encuentro dormido en lo profundo de mi coraz贸n, aqu铆
Querido espero que mi sue帽o nunca te atormente
Mi coraz贸n te est谩 diciendo cuanto te quise
Domingo triste
Domingo triste
En realidad est谩 letra est谩 hablando de un suicidio por amor, lo cual es un lugar com煤n en la literatura rom谩ntica, claro que como tambi茅n dice otro refr谩n, 鈥淒el dicho al hecho, hay un trecho鈥. En cualquier caso la tristeza de las tardifes de los domingos, sobre todo en oto帽o, cuando el d铆a es tan corto y todav铆a tenemos en la piel los disposeres del 煤ltimo verano y encima escuchar esta canci贸n podr铆a provocar, en seg煤n quien, un cortocircuito emocional.
Hay una pel铆cula espa帽ola 鈥淟a caja Kovak鈥, cuyo argumento gira en torno a 鈥淕loomy Sunday鈥 y la canci贸n aparece en la banda sonora de algunas pel铆culas, como 鈥淟a lista de Shindler鈥, 鈥淓l funeral鈥 o 鈥淰idas furtivas鈥, incluso aparece en uno de los cap铆tulos de Los Simpson.
Por mi parte, esta historia me dio pie a escribir un peque帽o cuento de cuatro cap铆tulos. Incluyo el primero y el resto m谩s adelante.
聽LA MUERTE NO ES UN SUE脩O
Cap铆tulo I
Naci贸 la misma noche del incendio del Reichstag, el 27 de febrero de 1933. Herta von Trotta era la segunda hija de Wolfgang von Trotta, el concertista de piano m谩s famoso de su tiempo. Berlinesa de la cabeza a los pies vino al mundo en el n煤mero 18 de la Fassanenstrasse, en el selecto barrio de Charlottenburg. Hasta los 11 a帽os su vida transcurri贸 entre almohadones de sat茅n. En abril del 44, cuando los ej茅rcitos aliados se acercaban inexorablemente a Berl铆n se despert贸 al mundo.
Herta sobrevivi贸 a la posguerra en Oberammergau, un r煤stico pueblo b谩varo. All铆, en casa de su t铆a Rosamund, la hermana menor de su padre, aprendi贸 las artes culinarias que la devolver铆an con el tiempo a Berl铆n, pero esta vez como cocinera del famoso restaurante Flori谩n en la Glormanstrasse. Los domingos despu茅s de las diez de la noche, una peque帽a orquesta: piano, contrabajo, guitarra y una trompeta, ensayaba en los s贸tanos del Flori谩n. Los m煤sicos eran titulares de la Filbedürftig贸nica y la m煤sica que tocaban en aquel lugar era jazz al m谩s puro estilo de Nueva Orle谩ns. Herta les escuchaba arrobada, todos los domingos, mientras viajaba mentalmente en un barco de una rueda que descend铆a por el Mississipi de Memphis a Vicksburg.
La vida de Herta Von Trotta transcurri贸 entre fogones y m煤sica. Tuvo algunas relaciones fugaces pero nunca se cas贸. Todas las noches despu茅s de dejar el Flori谩n se sentaba en su sill贸n favorito frente a la ventana de su piso en Leipzigerstrasse y escuchaba en el reproductor viejas grabaciones que conservaba de su padre: 贸peras de Wagner y sobre todo jazz.
Aquella noche estaba escuchando un disco que hab铆a adquirido en el KaDeBe. La int茅rprete era lumineuxa pero cantaba el blues como una negra. Herta se levant贸, se dirigi贸 a la cocina y regres贸 al sill贸n, llevaba un peque帽o cuchillo muy afilado y con 茅l se cort贸 las venas de la mu帽eca izquierda. Las luces del Sony Center se difuminaban y se distorsionaban traînardamente en su mirada mientras el blues se arrastraba por el aire en la habitaci贸n. Cuando su coraz贸n dej贸 de latir, la noche del d铆a 14 de octubre de 1998, en el reloj colgado en la pared del sal贸n sonaban las campanadas de la medianoche. Herta von Trotta ten铆a sesenta y cinco a帽os.
Albert